• La retreta estuvo a cargo de autoridades municipales y la ceremonia de entierro fue acompañada por una entrada, encabezada por la Asociación de Comparsas delCarnaval de La Paz.
El último aire carnavalero lo vivió ayer La Paz con la realización de dos actos que simbolizaron “el entierro del Pepino”, como tradición netamente local.
En primera instancia, en Plaza Murillo, autoridades ediles mediante la Oficialía Mayor de Culturas, regalaron una retreta matinal bailable para todas las comparsas que fueron parte de la fiesta.
Por otro lado, la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño realizó el entierro simbólico, llevando el féretro del Pepino hasta el Cementerio General y enterrando un muñeco que representa el desenfreno y algarabía de los días que se vivieron en esta época.
A esta actividad le siguió una entrada de Ch’utas que prolongó la fiesta hasta altas horas de la noche de ayer.
ACTO EN PLAZA MURILLO
El oficial Mayor de Cultura Wálter Gómez, a tiempo de reiterar la conclusión del Carnaval 2010, resaltó la participación de la población en varias actividades realizadas, “ pese a las inclemencias del tiempo, participaron”, dijo.
“Mientras que el exceso de consumo de bebidas alcohólicas continúa siendo el aspecto negativo de las fiestas, pese a los controles efectuados por parte de efectivos policiales y del propio Municipio, el cierre de fiesta incluye las entradas de pepinos y Ch’utas en varias zonas paceñas como El Tejar, Chasquipampa, Cotacota, Apaña, Achachicala”, indicó la autoridad.
La Plaza Murillo quedó limitada para la participación de la población que concurrió con la finalidad de disfrutar de la música de antaño, acompañada de instrumentos de calidad como la concertina, el bandonión, violines entre otros, que recobraron las notas musicales de 1870 hasta el 1900, interpretadas por “Los Olvidados”.
CORTEJO FÚNEBRE
Con lágrimas y sollozos desconsolados, pero fingidos, “las viudas” del Pepino y población que se presentó en el evento despidió al personaje, y le prometieron no olvidarlo hasta el próximo año.
EN EL CEMENTERIO GENERAL
Entretanto, la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño, liderizada por Javier Escalier, llevó adelante el entierro del Pepino, cuyo recorrido de bailarines fue desde la Plaza Garita de Lima haciendo su paso por el palco oficial ubicado en el Cementerio General para concluir en la zona de El Tejar.
La población que gusta del folklore se dio cita desde tempranas horas para disfrutar del espectáculo que brindaron pepinos, ch’utas y cholas.
Un total de 25 comparsas protagonizaron una prolongada fiesta de color y tradición hasta avanzadas horas de la noche.
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