El ministro de Culturas, Pablo Groux, manifestó que el Gran Poder era considerado un acontecimiento plebeyo, pero ahora es una gran atracción del turismo, donde todas las clases sociales participan para disfrutar de la fiesta.
La popular fiesta del Señor Jesús del Gran Poder reúne a varias clases sociales, las visiones de país, rompe los mitos de fiestas de primera y segunda, y ayuda a descolonizar a la sociedad, manifestó el ministro de Culturas, Pablo Groux.
Las expresiones culturales, como la festividad de Gran Poder, se convierten en mecanismos que encierran un mensaje subliminal que preserva las tradiciones.
“Los que bailan en el Gran Poder son quienes han roto los muros de la ciudad de indios hacia la ciudad de La Paz, y ahora la atraviesan completamente y llega hasta Miraflores. Esa ha sido un suerte de descolonización en la práctica y a través de la simbología del festejo”, aseveró Groux.
Explicó que el Gran Poder era considerado como una fiesta plebeya, ahora es una gran atracción del turismo y gran exposición donde todas las clases sociales aspiran a tener un sitio en las graderías y disfrutar de la fiesta.
“Qué ha ocurrido con esa fiesta, es lo que yo quisiera que a partir de las políticas del Viceministerio de Descolonización identifique en el debate y aprendamos conjuntamente”, sugirió Groux.
Señaló que las fiestas populares, como el Jisk’a Anata de carnaval, son manifestaciones de alegría que no pueden estar subestimadas a otras culturas, sino más bien aprender una de la otra.
El titular de cultura subrayó que en el mundo ya no existen humanos de primera, sostuvo que es la misma humanidad que crea ese tipo de categorías.
Historia
El origen de la Fiesta del Gran Poder se remonta al 8 de diciembre de 1663; sin embargo, en 1923 surgieron las primeras fraternidades folklóricas.
Habiéndose convertido en un evento departamental, en 1952 se realizó un festival departamental de danzas paceñas en el estadio, donde surgió la idea de realizar una entrada más apoteósica y organizada. La fiesta del Gran Poder surge a partir de una figura sacra de tres imágenes se desata una expresión simbólica estética.
Según las tradiciones, la población dirigía sus oraciones a la pintura de tres rostros, por ejemplo la cabeza de la derecha para pedir por los familiares, la del centro por uno mismo y de la izquierda para el castigo de sus enemigos.
Cambio
La popular fiesta del Señor Jesús del Gran Poder reúne a varias clases sociales, las visiones de país, rompe los mitos de fiestas de primera y segunda, y ayuda a descolonizar a la sociedad, manifestó el ministro de Culturas, Pablo Groux.
Las expresiones culturales, como la festividad de Gran Poder, se convierten en mecanismos que encierran un mensaje subliminal que preserva las tradiciones.
“Los que bailan en el Gran Poder son quienes han roto los muros de la ciudad de indios hacia la ciudad de La Paz, y ahora la atraviesan completamente y llega hasta Miraflores. Esa ha sido un suerte de descolonización en la práctica y a través de la simbología del festejo”, aseveró Groux.
Explicó que el Gran Poder era considerado como una fiesta plebeya, ahora es una gran atracción del turismo y gran exposición donde todas las clases sociales aspiran a tener un sitio en las graderías y disfrutar de la fiesta.
“Qué ha ocurrido con esa fiesta, es lo que yo quisiera que a partir de las políticas del Viceministerio de Descolonización identifique en el debate y aprendamos conjuntamente”, sugirió Groux.
Señaló que las fiestas populares, como el Jisk’a Anata de carnaval, son manifestaciones de alegría que no pueden estar subestimadas a otras culturas, sino más bien aprender una de la otra.
El titular de cultura subrayó que en el mundo ya no existen humanos de primera, sostuvo que es la misma humanidad que crea ese tipo de categorías.
Historia
El origen de la Fiesta del Gran Poder se remonta al 8 de diciembre de 1663; sin embargo, en 1923 surgieron las primeras fraternidades folklóricas.
Habiéndose convertido en un evento departamental, en 1952 se realizó un festival departamental de danzas paceñas en el estadio, donde surgió la idea de realizar una entrada más apoteósica y organizada. La fiesta del Gran Poder surge a partir de una figura sacra de tres imágenes se desata una expresión simbólica estética.
Según las tradiciones, la población dirigía sus oraciones a la pintura de tres rostros, por ejemplo la cabeza de la derecha para pedir por los familiares, la del centro por uno mismo y de la izquierda para el castigo de sus enemigos.
Cambio
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