Imponente e inigualable, así fue la recepción social de la morenada Juventud San Pedro Residentes de Achacachi, Los Catedráticos. El parque Niño Jesús de la zona Obispo Indaburo, fue escenario de este evento que forma parte de las actividades oficiales con miras a la entrada del Señor Jesús del Gran Poder.
Los fraternos derrocharon energía, alegría y tradición en esta actividad cultural organizado por la junta de pasantes denominada: Cátedra del Folklor Hecho en Bolivia. Los danzarines, dieron lo mejor de ellos presentando al público sus mejores pasos e innovadoras coreografías. Los aplausos no se dejaron esperar.
El encargado de negocios de la embajada de EE.UU. en Bolivia, John Creamer, fue uno de los invitados especiales de la fraternidad. Cuando todos los bailarines iban a un lado, Creamer se dirigía hacia el otro y luego intentaba igualar los pasos de baile con poco éxito. El diplomático, sin embargo, derrochó mucha alegría.
El recorrido de baile que realizó la fraternidad Los Catedráticos duró alrededor de una hora y media, pese a la intensa llovizna que caía sobre la sede de Gobierno. Al ritmo de sus dos poderosas bandas, Real Explosión y Espectacular Bolivia, los fraternos partieron desde el templo Jesús del Gran Poder de la calle Antonio Gallardo, luego de una misa, y su destino era el parque Niño Jesús de la zona Obispo Indaburo.
Cerca de un millar de bailarines llenaron las calles de la zona Gran Poder para celebrar la primera recepción social de su fraternidad.
El recorrido se extendió por varias cuadras, subió por la calle Eloy Salmón, cruzó por la avenida Buenos Aires, hizo su ingreso triunfal a la calle Los Andes, donde fue ovacionado por los vecinos, quienes pese a la llovizna salieron de sus casas para aplaudir el paso de los folkloristas. Otros sólo seguían la caravana escuchando la música asomados desde las ventanas de sus casas. Luego la caravana catedrática pasó por el Complejo Deportivo Los Andes, para finalmente llegar al parque Niño Jesús, donde los pasantes recibieron a sus fraternos con mixtura, papel picado, juegos artificiales y, por supuesto, con la rubia que nunca dicen no (la cerveza).
Las pasantes, el foco de atención del evento, lucían sus mejores vestidos y joyas de oro, cuyo valor bordeaba fácilmente los 4.000 dólares.
Una vez en el campo de Marte se desató el concierto catedrático con la participación del Grupo Semilla, quienes hicieron vibrar a los fraternos con sus nuevas composiciones, como Orgullo Catedrático, el Millonario y otros.
Eran como las dos de la tarde y el cielo de la zona de la zona Obispo Indaburo se llenó de humo celeste y blanco y de juegos artificiales, era el anunció de que el grupo mexicano Los Bybys estaba subiendo al escenario. Algunos fraternos se subieron a las bancas de la plaza. Otros se instalaron en el área verde. Todo esto para presenciar a sus ídolos y cantar sus canciones. No podía faltar quienes filmaron el show con sus teléfonos celulares.
Una amenaza de lluvia se sintió al caer pequeñas gotas que luego no prosperó. Lo que sí cayó fueron las lágrimas del público cuando el vocalista de los Bybys, Sergio Ramírez, empezó con el conocido estribillo del popular: “Llorar, llorar, llorar. Hoy sólo me queda llorar”.
Los más felices del evento fueron los pasantes de la fraternidad, ya que se dieron el gusto de subir al escenario y bailar de principio a fin con los afamados músicos mexicanos. Los fraternos agradecieron la presentación con vivas hacia los pasantes y hacia la fraternidad.
La nota de color lo puso el bloque de morenos Los Chicos de Oro, quienes una vez más ratificaron que son un grupo numeroso y demostraron su estilo propio de bailar la danza mayor de Los Andes: La morenada.
Felicidades a la morenada Juventud San Pedro Residentes de Achacachi, Los Catedráticos y al imponente Bloque de Morenos Los Chicos de Oro.
Los fraternos derrocharon energía, alegría y tradición en esta actividad cultural organizado por la junta de pasantes denominada: Cátedra del Folklor Hecho en Bolivia. Los danzarines, dieron lo mejor de ellos presentando al público sus mejores pasos e innovadoras coreografías. Los aplausos no se dejaron esperar.
El encargado de negocios de la embajada de EE.UU. en Bolivia, John Creamer, fue uno de los invitados especiales de la fraternidad. Cuando todos los bailarines iban a un lado, Creamer se dirigía hacia el otro y luego intentaba igualar los pasos de baile con poco éxito. El diplomático, sin embargo, derrochó mucha alegría.
El recorrido de baile que realizó la fraternidad Los Catedráticos duró alrededor de una hora y media, pese a la intensa llovizna que caía sobre la sede de Gobierno. Al ritmo de sus dos poderosas bandas, Real Explosión y Espectacular Bolivia, los fraternos partieron desde el templo Jesús del Gran Poder de la calle Antonio Gallardo, luego de una misa, y su destino era el parque Niño Jesús de la zona Obispo Indaburo.
Cerca de un millar de bailarines llenaron las calles de la zona Gran Poder para celebrar la primera recepción social de su fraternidad.
El recorrido se extendió por varias cuadras, subió por la calle Eloy Salmón, cruzó por la avenida Buenos Aires, hizo su ingreso triunfal a la calle Los Andes, donde fue ovacionado por los vecinos, quienes pese a la llovizna salieron de sus casas para aplaudir el paso de los folkloristas. Otros sólo seguían la caravana escuchando la música asomados desde las ventanas de sus casas. Luego la caravana catedrática pasó por el Complejo Deportivo Los Andes, para finalmente llegar al parque Niño Jesús, donde los pasantes recibieron a sus fraternos con mixtura, papel picado, juegos artificiales y, por supuesto, con la rubia que nunca dicen no (la cerveza).
Las pasantes, el foco de atención del evento, lucían sus mejores vestidos y joyas de oro, cuyo valor bordeaba fácilmente los 4.000 dólares.
Una vez en el campo de Marte se desató el concierto catedrático con la participación del Grupo Semilla, quienes hicieron vibrar a los fraternos con sus nuevas composiciones, como Orgullo Catedrático, el Millonario y otros.
Eran como las dos de la tarde y el cielo de la zona de la zona Obispo Indaburo se llenó de humo celeste y blanco y de juegos artificiales, era el anunció de que el grupo mexicano Los Bybys estaba subiendo al escenario. Algunos fraternos se subieron a las bancas de la plaza. Otros se instalaron en el área verde. Todo esto para presenciar a sus ídolos y cantar sus canciones. No podía faltar quienes filmaron el show con sus teléfonos celulares.
Una amenaza de lluvia se sintió al caer pequeñas gotas que luego no prosperó. Lo que sí cayó fueron las lágrimas del público cuando el vocalista de los Bybys, Sergio Ramírez, empezó con el conocido estribillo del popular: “Llorar, llorar, llorar. Hoy sólo me queda llorar”.
Los más felices del evento fueron los pasantes de la fraternidad, ya que se dieron el gusto de subir al escenario y bailar de principio a fin con los afamados músicos mexicanos. Los fraternos agradecieron la presentación con vivas hacia los pasantes y hacia la fraternidad.
La nota de color lo puso el bloque de morenos Los Chicos de Oro, quienes una vez más ratificaron que son un grupo numeroso y demostraron su estilo propio de bailar la danza mayor de Los Andes: La morenada.
Felicidades a la morenada Juventud San Pedro Residentes de Achacachi, Los Catedráticos y al imponente Bloque de Morenos Los Chicos de Oro.
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