Imágenes de archivo:
Bellas imágenes del Gran Poder 2009
Extraido de flickr
Fiestas, folklore, música y farándula de Bolivia para el mundo.
Imágenes de archivo:
Bellas imágenes del Gran Poder 2009
Extraido de flickr
El fenómeno cultural urbano más importante del calendario festivo del departamento cubrirá las principales calles y avenidas de la ciudad de La Paz durante 20 horas y reunirá a por lo menos 350 mil personas.
Cada fraternidad con mucha antelación ha preparado coreografías especiales en procura de ganarse la simpatía del público.
Extraído de El Diario
Ha llegado el día … los nervios atrapan a los debutantes, y la emoción, a los experimentados. Desde anoche, los danzantes están concentrados para la entrada. Mientras tanto, el área de la zona del Cementerio bulle, vive y siente el ritmo frenético y contagioso, soltado por tubas, trompetas, trombones y bombos… El Gran Poder ha llegado a su punto más alto.
Si así se vive en las calles, en casa, la emoción se multiplica, pues las paredes son testigos de la transformación de personas comunes en los personajes de la fiesta. Entre conversaciones, risas y coquetería, el hombre y la mujer encarnan a los iconos del folklore boliviano. Aquellos que horas más tarde concentrarán los flashes de las cámaras fotográficas de familiares, curiosos, reporteros gráficos o turistas.
Así, la fiesta es también íntima, y hacia afuera, dinámica, multicolor y transformadora.
Así lo pudo apreciar el fotógrafo Luis Fernández, con cuyo talento se pudo captar la transformación de dos “civiles” en dos personajes de la morenada.
Gladys Lecoña, una ingeniera industrial de 27 años, y Erick Quisberth, de 22, mostraron la intimidad de un moreno. La de la joven que se convierte en una cholita, una de las más bonitas de su fraternidad; como la del varón que se viste de barrilito para ser uno más de la tropa de la Señorial Illimani.
Últimamente, Gladys demora hasta 45 minutos para transformarse en cholita. Y Erick, hasta 20. Ella sabe que debe cuidar todos los detalles, el nivel del fusto, el de las enaguas o el colocado del sombrero; mientras que él debe asegurarse de que el traje esté bien afirmado para el largo trajín.
“El ver transformarse a nuestros personajes en iconos de nuestro folklore es una sensación muy emotiva; debo reconocer que la primera vez que sonaron la matraca, me estremecí totalmente, era como si un gatillo disparara todo este acerbo de recuerdos y sensaciones que los bailes y la música nos traen”, afirma Luis Fernández, el autor de la presente gráfica que La Prensa presenta a sus lectores.
Extraído de La Prensa
La cotidianidad paceña será hoy interrumpida por las melodías de decenas de bandas que, en ecos inevitables, se escucharán en toda la latitud de la ciudad. Se espera que alrededor de 30.000 danzarines y centenares de músicos de bandas y orquestas folklóricas conviertan a la ciudad en una especie de teatro callejero de varios kilómetros de recorrido, observado por aproximadamente 350 mil personas que durante horas y horas admiran el paso de cada fraternidad.
La Alcaldía de La Paz informó que se tomaron precauciones como la instalación de cuatro puntos de información turística, otros cuatro de atención en primeros auxilios, dos para asistir a los niños que pudieran extraviarse y la participación de más de un millar de funcionarios municipales, distribuidos en dos turnos, para cooperar en el control del consumo de bebidas alcohólicas y la higiene en el expendio de alimentos.
Valencia señaló que se sumaron esfuerzos con el municipio paceño para que la fiesta alcance el brillo que le permita postularse como Patrimonio ante la Unesco.
Los bailarines se concentrarán en la avenida Baptista para iniciar el recorrido por la plaza Garita de Lima, Tumusla, Buenos Aires, Vicente Ochoa, Antonio Gallardo, Sagárnaga, Illampu, plaza Eguino, Pando, Ismael Montes, Mariscal Andrés de Santa Cruz, Obelisco, Mariscal Santa Cruz, 16 de Julio, Buenaventura Bueno hasta la avenida Simón Bolívar para concluir en el parque Roosevelt. (cambio)
A las 10.00, el templo de Gran Poder vivía un ajetreo inusual. Con solemnidad y respeto, los devotos se acercaron a la imagen para acicalarla y vestirla con su nuevo traje, encargado especialmente por el preste mayor.
Este ritual anual es uno de los más importantes en la festividad del Gran Poder y tradicionalmente se realiza 48 horas antes del evento denominado “La Fiesta Mayor de los Andes”.
Octavio Condori, preste mayor 2010 de la festividad, confesó sentirse emocionado al presentarse ante la imagen. “Esta ceremonia le da una sensación diferente a la fiesta. Se empieza a realizar el aseo del santo, lo rocían con loción, le ponen algunas cremas y comienzan a vestirlo con cuidado”, dijo y recalcó que esta labor es esencialmente un “acto de mucha fe que se realiza en familia”.
Confección. El autor del flamante hábito del “Tata” informó en la red Unitel que trabajó el atuendo a pulso, con material importado de primera calidad. Dijo que este año utilizaron hilos encadenados traídos desde Japón, por lo que el traje es bastante fino y con muchos detalles. Más de tres meses tardó la elaboración de las prendas, ya que las mangas y el mismo manto tienen muchos bordados.
Como es tradición, el color del atuendo depende del preste mayor. “Este año eligieron el color amarillo, que se asemeja al mango, está elaborado en tela de terciopelo”.
Según los datos del templo, el Señor del Gran Poder tiene más de 100 trajes donados anualmente por los prestes mayores. La iglesia deja a criterio de los pasantes el modelo y el color de la vestimenta que estrenará la imagen.
Detalles. Por su parte, Wálter Gómez, oficial mayor de Culturas del Gobierno Municipal de La Paz, aseguró que la organización para la entrada del sábado ya está coordinada. “Las fraternidades que participarán de esta nueva versión del Gran Poder tienen preparados los pasos de danza nuevos e innovadores”, dijo.
Gómez señaló que este año se evitará que haya “baches” o espacios largos entre las fraternidades, con el fin de que el programa se cumpla sin alteraciones. Sin embargo, aclaró que “no es lo mismo bailar danzas pesadas y livianas. Por ello algunas veces ocasionan el espacio entre fraternidades que avanzan de acuerdo a su ritmo y no por mala coordinación, como se piensa que existe”.
Los efectivos de la Policía y toda la Guardia Municipal estarán el sábado desde las primeras horas de la mañana desplegados a lo largo del recorrido de la entrada. También se controlará el expendio de bebidas alcohólicas a menores.
Del cuadro de 3 caras a estatua
El origen de la fiesta del Gran Poder se remonta al siglo XVII cuando una monja del Convento de las Madres Concepcionistas donó la imagen de los tres rostros del Señor Jesús del Gran Poder. En 1904, este cuadro fue retocado en una imagen con un solo rostro. Con el tiempo aumentaron los feligreses y en 1928 se inició la construcción de un templo en la zona de Chijini, hoy calle Gallardo, que fue concluido a finales de los años 30. Allí se puso ya la estatua del “Tata”, que es engalanada.
Los escolares piden a los fraternos “una fiesta sin alcohol”
Por quinto año consecutivo, la Subalcaldía Max Paredes lleva adelante la campaña “Un día contra el alcohol”, con el objetivo de sensibilizar a los padres de familia y a la ciudadanía en general contra el abuso indiscriminado de bebidas alcohólicas, especialmente en la festividad de Jesús del Gran Poder.
Este año, más de 30 mil niños y jóvenes de 45 unidades educativas fiscales y particulares del Macrodistrito Max Paredes participaron en esta actividad a través de dibujos y cartas con mensajes alusivos a la fiesta y los problemas que genera el consumo excesivo de bebidas alcohólicas tras el baile.
Karen Arias, jefa de la Unidad de Desarrollo Humano de la Subalcaldía Max Paredes, afirmó que en virtud a la exitosa experiencia de hace cuatro años, este 2010 se reeditó con más participantes. Entre las unidades educativas participantes están: Holanda, Fiengo de Ayala, Marien Garden, Néstor Peñaranda, Eduardo Abaroa, Copacabana, Abraham Reyes, Max Toledo, San José, 18 de Mayo, Sagrado Corazón de Jesús, Eloy Álvarez, entre otros.
Emoción: Los jóvenes tienen problemas motrices, auditivos y déficit mental, entre otras capacidades diferentes, pero eso no les impidió ser los nuevos fraternos de esta conocida fraternidad de morenos de la Entrada del Gran Poder. La fundación RIS y sus padres corren con los gastos de su participación.
A pesar de que Mario Mendoza, un adolescente de 18 años, no puede escuchar el ritmo de la morenada ni el sonido de las matracas porque tiene hipoacusia (discapacidad auditiva), sí se entusiasma al ver los pasos de esta danza; por eso, este año practica todos los días durante dos horas para participar en la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder, donde demostrará al público su alegría y coreografía entre las filas de la morenada Los Fanáticos.
Como él, otros nueve adolescentes entre varones y mujeres, de 14 a 18 años, con diferentes capacidades alternativas pertenecientes a la Fundación Referentes de Inclusión Social (RIS) también serán parte del fastuoso evento de mañana.
“Estoy muy feliz de bailar porque puedo expresar mi alegría y emoción, más cuando las personas me aplauden, tal como lo hice el anterior domingo en la pre-entrada (la Promesa)”, cuenta Mario a La Prensa a través del lenguaje de señas, mientras se sonroja porque Rosario Paz Yujra, encargada del RIS, lo traduce.
Para la activista, Mario, a pesar de su discapacidad, es uno de los que se desenvuelve mejor en el baile, razón por la que es el guía de su grupo. “Iguala (los pasos) y se mueve al ritmo de la música, no sé cómo lo hace, pero explota su entusiasmo. No escucha, pero sabe bailar, siente el ritmo y tiene otras capacidades que las ha desarrollado con mayor potencial, por eso puede hacer lo mismo que las demás personas”.
Rosario asegura que lo que se busca con el ingreso de los muchachos en esta fraternidad es la inclusión de ellos en la sociedad, se trata de que se “empoderen”, es decir que crean en sí mismos y sepan que pueden hacer las cosas igual que los demás, para que no se encierren.
“Bailaré de achachi, me gusta y quiero participar en la fiesta. El otro día estuve al lado de una china morena y por eso no me cansé durante todo el recorrido”, cuenta alegremente Estéfano Miranda (15 años), quien tiene discapacidad motriz.
De acuerdo con Martín Lamar, fraterno del bloque Jaira Jararankus de la morenada Los Fanáticos, los muchachos fueron recibidos como cualquier integrante nuevo en la fraternidad. “Junto a la directiva y los pasantes les dimos la bienvenida. Ellos, como cualquier miembro de la comparsa, asisten a los ensayos y son rigurosos en su aprendizaje”.
Además, la Fundación RIS paga su ingreso al grupo, al igual que su vestuario; entre tanto, sus padres los apoyan con el refrigerio y algunos detalles.
Los Fanáticos tienen 1.300 fraternos, de ellos 500 son mujeres que componen el bloque de las señoras; 480 son los varones del bloque de los morenos y el resto, 320, son las figuras de la fraternidad, entre los que participan los diez muchachos del RIS.
“Cada día que pasa me late más fuerte el corazón porque la Entrada está muy cerca. Sé que lo haré bien, por eso ensayo todos los días (en las instalaciones del RIS) con mis compañeros. Me divierto”, afirma Marcelo Condori (16 años), quien tiene déficit o retraso mental.
Testimonios de tres integrantes
“El día de la preentrada (la Promesa) me sentí un poco tímido porque había mucha gente que nos miraba, pero después gané confianza y bailé más alegre. Me gusta la morenada, por eso voy a bailar de achachi, y con sólo escuchar la idea de que estaré en la Entrada me emociona. Los aplausos me dan más fuerza porque sé que a las personas les gusta mis pasos. Me esforzaré más el sábado”.
Estéfano Miranda / Tiene discapacidad motriz
“Soy tímido, pero sé que lo haré bien porque no soy el único, somos varios amigos que participamos en la fiesta. Será la primera vez que bailaré en una Entrada, y tan grande! Aunque no puedo escuchar la música, me guío por los pasos de los demás y cuando recibo los aplausos me alegra porque sé que lo hago bien. Estamos ensayando para no equivocarnos con los pasos y para que no nos traicionen los nervios”.
Mario Mendoza / Es sordomudo
“El ritmo es contagioso y los pasos no son muy difíciles, sólo hay que ponerle muchas ganas. Cuando uno baila morenada siente la música en el cuerpo y de pronto comienzas a moverte. Los pasos aprendimos en los ensayos de la comparsa y en los que hacemos aquí (Fundación Referentes de Inclusión Social, RIS). Espero que no sea la última vez de demostrar mi baile”.
Marcelo Condori / Tiene déficit mental