Desde las 08.30, miles de universitarios tomaron calles de La Paz con folklore, estrenando el título que el Estado le otorgó recientemente a la festividad de la UMSA. Algunos problemas de logística no empañaron la exhibición de los estudiantes.
La Entrada Folklórica Universitaria 2011, que por primera vez se realiza con el título de Patrimonio Cultural Vivo e Intangible de Bolivia, comenzó media hora después de lo previsto, debido al retraso de algunas fraternidades cuyos bailarines no habían recibido aún los trajes de los bordadores. Hasta cerca del mediodía, las graderías, levantadas la noche previa, lucían despobladas, por lo cual los primeros grupos no contaron con el aliento del público.
Quienes no perdieron tiempo fueron las maquilladoras, pues decenas de estas profesionales se apostaron, desde las cinco de la mañana, en las primeras cuadras del recorrido para que las bailarinas terminaran de engalanarse. “El maquillaje está desde 10 hasta 70 bolivianos, dependiendo del diseño y la marca del producto”, indicó a este medio una de las señoras que se dedicaba a realzar la belleza natural de las danzantes.
Como en años anteriores, los universitarios derrocharon energía a su paso, cuyas fraternidades podían ser de grupos autóctonos con banda, sin banda y criollo mestizo. De hecho, esta manifestación folklórica se caracteriza por promover el rescate de danzas originarias, además que todas las carreras participantes deben presentar monografías sobre las que han elegido interpretar.
En la Av. Montes, los grupos partían con regularidad, pero a medida que avanzaban se iban generando “baches”, lo cual se hacía evidente a mitad del recorrido, donde el público debía esperar mucho entre una y otra fraternidad. Por otra parte, como ya se ha hecho norma en esta festividad, se notó que los protagonistas no consumieron alcohol, aunque no pasó lo mismo en las graderías.
Al respecto, las cebras de la Alcaldía participaron de la entrada portando diversos carteles con mensajes alusivos al consumo moderado de bebidas alcohólicas. “Crece con respeto”, “Mídete con el alcohol”, rezaban algunos.
Entre las fraternidades que más entusiasmo contagiaron al público estaban la saya afroboliviana de Artes, la morenada de Administración de Empresas y los tinkus de Ingeniería.
Brigadas de voluntarios recogieron los residuos
Casi un centenar de voluntarios, entre miembros de la Fuerza Naval, funcionarios de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) y grupos de apoyo de la Fundación La Paz y Fundación para el Reciclaje (Fundare) realizaron una labor de acopio de basura, divididos en brigadas que recorrieron la ruta de la Entrada Universitaria.
La iniciativa surgió de la CBN, empresa patrocinadora de la XXIV versión de la festividad, que unió esfuerzos con las instituciones mencionadas, porque “el cuidado y la preservación del medio ambiente es uno de nuestros pilares fundamentales en la implementación del Proyecto de Responsabilidad Social Empresarial”, indicó Ibo Blazicevic, gerente de Relaciones Institucionales de la CBN.
“Nuestro trabajo se basa en la generación de negocios inclusivos, enfocados principalmente al reciclaje de nuestros subproductos y residuos”, acotó el ejecutivo. Los desechos recolectados (botellas plásticas, de vidrio, latas, etc.) serán vendidos, y los fondos recolectados, utilizados para apoyar alguna causa noble, señalaron los responsables.
Fuente La Razón
La Entrada Folklórica Universitaria 2011, que por primera vez se realiza con el título de Patrimonio Cultural Vivo e Intangible de Bolivia, comenzó media hora después de lo previsto, debido al retraso de algunas fraternidades cuyos bailarines no habían recibido aún los trajes de los bordadores. Hasta cerca del mediodía, las graderías, levantadas la noche previa, lucían despobladas, por lo cual los primeros grupos no contaron con el aliento del público.
Quienes no perdieron tiempo fueron las maquilladoras, pues decenas de estas profesionales se apostaron, desde las cinco de la mañana, en las primeras cuadras del recorrido para que las bailarinas terminaran de engalanarse. “El maquillaje está desde 10 hasta 70 bolivianos, dependiendo del diseño y la marca del producto”, indicó a este medio una de las señoras que se dedicaba a realzar la belleza natural de las danzantes.
Como en años anteriores, los universitarios derrocharon energía a su paso, cuyas fraternidades podían ser de grupos autóctonos con banda, sin banda y criollo mestizo. De hecho, esta manifestación folklórica se caracteriza por promover el rescate de danzas originarias, además que todas las carreras participantes deben presentar monografías sobre las que han elegido interpretar.
En la Av. Montes, los grupos partían con regularidad, pero a medida que avanzaban se iban generando “baches”, lo cual se hacía evidente a mitad del recorrido, donde el público debía esperar mucho entre una y otra fraternidad. Por otra parte, como ya se ha hecho norma en esta festividad, se notó que los protagonistas no consumieron alcohol, aunque no pasó lo mismo en las graderías.
Al respecto, las cebras de la Alcaldía participaron de la entrada portando diversos carteles con mensajes alusivos al consumo moderado de bebidas alcohólicas. “Crece con respeto”, “Mídete con el alcohol”, rezaban algunos.
Entre las fraternidades que más entusiasmo contagiaron al público estaban la saya afroboliviana de Artes, la morenada de Administración de Empresas y los tinkus de Ingeniería.
Brigadas de voluntarios recogieron los residuos
Casi un centenar de voluntarios, entre miembros de la Fuerza Naval, funcionarios de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) y grupos de apoyo de la Fundación La Paz y Fundación para el Reciclaje (Fundare) realizaron una labor de acopio de basura, divididos en brigadas que recorrieron la ruta de la Entrada Universitaria.
La iniciativa surgió de la CBN, empresa patrocinadora de la XXIV versión de la festividad, que unió esfuerzos con las instituciones mencionadas, porque “el cuidado y la preservación del medio ambiente es uno de nuestros pilares fundamentales en la implementación del Proyecto de Responsabilidad Social Empresarial”, indicó Ibo Blazicevic, gerente de Relaciones Institucionales de la CBN.
“Nuestro trabajo se basa en la generación de negocios inclusivos, enfocados principalmente al reciclaje de nuestros subproductos y residuos”, acotó el ejecutivo. Los desechos recolectados (botellas plásticas, de vidrio, latas, etc.) serán vendidos, y los fondos recolectados, utilizados para apoyar alguna causa noble, señalaron los responsables.
Fuente La Razón