"Chapo dale, chapo, chapo carajo", mencionan las mujeres durante la pelea, como una forma de hacer barra. "Chapo" significa "directo a la cara".
El "Tinku", originario de la región altiplánica, en quechua es "encuentro" y en aimara se define como "ataque físico". Un ritual que se practica anualmente durante varios días en las comunidades de la región del norte del departamento de Potosí y en el sur de Oruro.
En una comunidad al norte de Potosí, esta festividad empezó el 12 y 13 de octubre. Sábado en la tarde diferentes ayllus entraron en marcha tocando los ritmos de Jula-Jula, con banderas blancas que simbolizan la paz, y con zampoñas de una variedad de tamaños. El domingo empezó el famoso Tinku, una pelea cuerpo a cuerpo.
Indumentaria y pelea
Los participantes llevan la cabeza cubierta de un casco llamado "montera", tan duro como metal; las manos enguantadas en garras y aristas de bronce.
Ya listos, con increíble destreza física se "trenzan", aplicando y replicando duros golpes a sus oponentes, un combate similar al boxeo.
De acuerdo a las tradiciones, el combatiente que ha sido vencido debe derramar su sangre con abundancia como un sacrificio u ofrenda, esto, para la Madre Tierra. En muchos casos, hay labios partidos, narices rotas, cicatrices en el rostro, moretes, etc.
Crispín Cruz, un anciano y exluchador del Tinku, cuenta que antes la festividad empezaba desde mediados de agosto y concluía una semana antes de Todos Santos, es decir, hasta octubre.
Cada sábado venía un ayllu de diferentes provincias como ser: Bustillo, Charcas, Alonzo de Ibáñez, y uno que otro de la General Bilbao Rioja, y luego la pelea hasta el domingo en la tarde.
En la semana era lo mismo, con la diferencia de que se iba aumentando la presencia de comunarios de diferentes lugares.
Para esta actividad, son adiestrados desde niños en lucha, antes solía ser hasta la muerte.