Cientos de bailarines celebran la fiesta del Gran Poder

Unos 30.000 bailarines deleitaron este sábado con ancestrales danzas andinas típicas a miles de espectadores en la ciuda de La Paz, en la fiesta religiosa del "Señor Gran Poder". Hubo mucha alegría y colorido entre los participantes.

La festividad, que congrega a unos 60 grupos folklóricos, comenzó en la mañana, con el recorrido de los danzarines desde barrios populares en el norte de la ciudad hasta el centro de La Paz, donde se apostaron miles de personas y turistas extranjeros.


"Es una fecha especial para todos los paceños y paceñas, porque estamos celebrando la gran festividad en honor al Señor Jesús de Gran Poder", dijo el alcalde de la ciudad, Luis Revilla, principal entidad que apoya el acto folklórico religioso.


"Hay mucha alegría, nueva música, distintos colores, el Gran Poder es la mejor manera que tenemos para difundir nuestra cultura, para conservar nuestras tradiciones, expresó en una improvisada rueda de prensa, mientras observaba el desarrollo de la manifestación religiosa-cultural.


El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Fernando Valencia, aseguró que "tenemos mucho más de 30.000 danzarines que ya están recorriendo unos 8 kilómetros de la ciudad de La Paz".


Recordó que aún está en trámite la declaración de la fiesta como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco y que de producirse será un justo homenaje a esta expresión que tiene sus orígenes a principios del siglo XX y que recoge las principales danzas de aymaras, quechuas y afrobolivianos que son mucho más antiguas.


Los principales grupos folklóricos son la "Morenada", una recreación del sistema esclavista que sufrieron miles de negros que fueron traídos a la fuerza a los Andes bolivianos, al comenzar la colonia española, primero para explotar plomo y plata, y luego para dedicarse a la agricultura.


Los "Caporales" representan casi lo mismo que la "Morenada", aunque sus ritmos africanos, impregnados de bombos y tambores, son más estilizados.


Entre otros bailes están la "Kullawada" y la "Llamerada", que reflejan con variaciones de trajes, la crianza de auquénidos de los Andes meridionales; y la "Diablada", la escenificación de la lucha entre el bien y el mal, entre el Arcángel Miguel con la corte de demonios de Belzebú.


También están los "Tinkus", que pintan las peleas a puño que aún persisten en la vida real entre indios quechuas al sur de Bolivia, donde tributan con su sangre en una suerte de ofrenda para obtener benéficas cosechas.


"El Señor del Gran Poder" es la fiesta andina que adora la imagen de un Jesucristo, tallado en el siglo XVII que tenía tres rostros, representando la "Santísima Trinidad".

A principios del siglo XX se le atribuyeron a la imagen milagrosas sanaciones en barrios pobres de La Paz, donde existía un intenso movimiento comercial agrícola y donde posteriormente los vecinos comenzaron a organizar fiestas callejeras cada año.


Fueron esos habitantes aymaras convertidos en poderosos comerciantes de la zona quienes se constituyeron en la columna vertebral de la fiesta, donde aprovechan para hacer ostentación de su riqueza.


Las mujeres que bailan, "cholas" pudientes de la ciudad, suelen mostrar joyas, como anillos, brazaletes, prendedores y aretes, valuados en hasta 10.000 dólares.

Fuente El Deber