Un espectacular festival nacional de bandas de música se registró ayer en Oruro, con la participación de más de cinco mil profesionales, entre hombres y mujeres, que lograron hacer retumbar esta Capital del Folklore de Bolivia y, en algunos casos, hicieron vibrar de emoción hasta las lágrimas, cuando se inició la interpretación del Himno Nacional y el Himno a Oruro.
El maravilloso espectáculo fue transmitido por diferentes redes de televisión, para realzar este singular acontecimiento que fue reconocido como único en el mundo. El ministro de Culturas, Pablo Groux, dijo que esta creatividad es “un aporte a la difusión de la música y la cultura propia de nuestra tierra”.
Los músicos lograron conjuncionar bombos, trombones, trompetas, bajos y otros, para interpretar cada una de las partituras adecuadamente seleccionadas, bajo la dirección del maestro Germán Salas Quispe. Los cuatro grupos que formaron parte del festival de bandas le dieron mayor prestancia.
“Este es nuestro aporte al Carnaval de Oruro”, afirmó el presidente de la Federación de Bandas de Música, Gonzalo Choque Huanca. Agradeció el apoyo del gobierno, para lograr la unificación de los músicos, pero al mismo tiempo, por haber respaldado la creación de una escuela de profesionalización.
“Ahí está el resultado de nuestro trabajo. Existe mejor coordinación y más profesionalismo”, expresó. Dijo que sin la participación de los músicos, no se hubiese logrado hace once años, el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad para el Carnaval de Oruro, el orgullo nacional.
La ciudadanía orureña se llevó banderas de Oruro y de Bolivia, para hacer flamear en la Avenida Cívica, a pocos pasos del Santuario del Socavón. Los músicos también rindieron homenaje a la Revolución del 10 de Febrero de 1781 y al aniversario del departamento de Oruro.
Los músicos se apostaron en fila en las graderías de la Avenida Cívica, mientras que los espectadores se ubicaron en la parte baja, para apreciar una singular interpretación musical. Centenares de bombos, en coordinación con los bajos, hicieron retumb
ar el escenario y cada sonido se escuchaba incluso en las afueras de la ciudad.
Las principales autoridades de Oruro, como el gobernador Santos Tito Veliz, también destacaron la importancia de este acontecimiento, que se realiza una semana antes del Carnaval de Oruro. “Aquí está nuestra sabiduría y nuestra creatividad. Los orureños, por esencia, somos músicos y este es un ejemplo de lo que podemos hacer, para mostrarnos al mundo”, afirmó el gobernador.
Entre los músicos, también habían niños y niñas que gustan de esta clase de organizaciones culturales. Entre los intérpretes, desde hacen años, se incorporan las mujeres y algunos extranjeros que gustan de las bandas de música y de esta clase de espectáculos.
Después de la interpretación conjunta de los más de cinco mil músicos, cada una de las bandas de música, realizaron un concurso para mostrar una variedad de temas, como las famosas diabladas y las morenadas, los caporales, tinkus y, como no podía faltar, la Cueca Viva Mi Patria Bolivia y Adios Oruro del Alma.
El maravilloso espectáculo fue transmitido por diferentes redes de televisión, para realzar este singular acontecimiento que fue reconocido como único en el mundo. El ministro de Culturas, Pablo Groux, dijo que esta creatividad es “un aporte a la difusión de la música y la cultura propia de nuestra tierra”.
Los músicos lograron conjuncionar bombos, trombones, trompetas, bajos y otros, para interpretar cada una de las partituras adecuadamente seleccionadas, bajo la dirección del maestro Germán Salas Quispe. Los cuatro grupos que formaron parte del festival de bandas le dieron mayor prestancia.
“Este es nuestro aporte al Carnaval de Oruro”, afirmó el presidente de la Federación de Bandas de Música, Gonzalo Choque Huanca. Agradeció el apoyo del gobierno, para lograr la unificación de los músicos, pero al mismo tiempo, por haber respaldado la creación de una escuela de profesionalización.
“Ahí está el resultado de nuestro trabajo. Existe mejor coordinación y más profesionalismo”, expresó. Dijo que sin la participación de los músicos, no se hubiese logrado hace once años, el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad para el Carnaval de Oruro, el orgullo nacional.
La ciudadanía orureña se llevó banderas de Oruro y de Bolivia, para hacer flamear en la Avenida Cívica, a pocos pasos del Santuario del Socavón. Los músicos también rindieron homenaje a la Revolución del 10 de Febrero de 1781 y al aniversario del departamento de Oruro.
Los músicos se apostaron en fila en las graderías de la Avenida Cívica, mientras que los espectadores se ubicaron en la parte baja, para apreciar una singular interpretación musical. Centenares de bombos, en coordinación con los bajos, hicieron retumb
ar el escenario y cada sonido se escuchaba incluso en las afueras de la ciudad.Las principales autoridades de Oruro, como el gobernador Santos Tito Veliz, también destacaron la importancia de este acontecimiento, que se realiza una semana antes del Carnaval de Oruro. “Aquí está nuestra sabiduría y nuestra creatividad. Los orureños, por esencia, somos músicos y este es un ejemplo de lo que podemos hacer, para mostrarnos al mundo”, afirmó el gobernador.
Entre los músicos, también habían niños y niñas que gustan de esta clase de organizaciones culturales. Entre los intérpretes, desde hacen años, se incorporan las mujeres y algunos extranjeros que gustan de las bandas de música y de esta clase de espectáculos.
Después de la interpretación conjunta de los más de cinco mil músicos, cada una de las bandas de música, realizaron un concurso para mostrar una variedad de temas, como las famosas diabladas y las morenadas, los caporales, tinkus y, como no podía faltar, la Cueca Viva Mi Patria Bolivia y Adios Oruro del Alma.
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