La norma castiga con dos años de cárcel a quienes usen el animal en peligro de extinción para elaborar los instrumentos musicales típicos de carnaval.
Los cuerpos pequeños, peludos, con garras largas y hocicos puntiagudos yacen patas arriba con las panzas cercenadas por la mitad. Tienen matracas en lugar de órganos. Ése fue el destino de los tres quirquinchos disecados que ayer Máxima Condori, de 50 años, transformó en instrumentos musicales.
En un reducido ambiente, ubicado en la avenida Kollasuyo, la artesana trabajó en estas tres matracas, que según ella, se lucirán en el Carnaval de Oruro 2012, o “al menos eso me dijeron los señores de una fraternidad de morenada (que encomendaron el trabajo)”. Aseguró no conocer el nombre de dicha entidad.
Este trabajo, explica Beatriz Zapata, directora general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, “es ilegal. No hay una autorización para que se usen de esta manera a estos animales”.
Además, la Ley del Medio Ambiente 1333, en su artículo 111, establece que cualquier persona que comercialice algún animal, o sus derivados, que esté en peligro de extinción puede tener una condena de hasta dos años. Y el quirquincho está dentro de este grupo de especies.
La comerciante, consciente de que comete un acto ilegal, se excusó y afirmó que ella no fue la que disecó a los quirquinchos, sino que sólo se encargó de colocar sus matracas fabricadas en su pequeño taller.
Por lo general, el costo promedio de dicho instrumento hecho de madera y sin ninguna decoración es de 15 bolivianos. Sin embargo, Condori, cobró “50 bolivianos por las tres matracas de quirquincho”, dice mientras fija las piezas con clefa.
Zapata, quien asumió el cargo hace unos días, aseguró que el quirquincho es una especie en peligro de extinción y adelantó que se realizarán operativos para el decomiso de los productos en los próximos días.
Shirley Palomeque, jefe de Unidad del despacho añadió que dichos operativos “están en etapa de coordinación con la Policía” y que los controles se realizarán de forma sorpresiva.
La artesana Condori explica que las matracas las realiza “rápidamente”. “Tardo unas dos horas en introducir los instrumentos en los quirquinchos. Después vendrán los señores a recogerlos”, dijo.
Otras alternativas
Cerca de la tienda de la mujer, Raúl Condori atiende su pequeño puesto de matracas. Él también basa su trabajo en los quirquinchos, pero no reales.
“Sé que utilizar quirquinchos (disecados) para matracas es ilegal y yo apoyo eso. Pero la tradición de este animal no se tiene que perder, es por eso que los hago de lata”, contó el artesano.
Con los envases de alcohol hechos de hojalata, el joven artesano fabrica pequeños modelos de los animales Adornados con tiras de tela y brillo, las matracas tienen distintos tamaños.
“El precio va de 70 a 120 bolivianos el par de matracas”, comenta Raúl mientras muestra sus diseños que según él, este año van a causar “furor”.
El comerciante acotó que “el quirquincho trae protección a la casa, es por eso que no debe faltar en las fiestas tradicionales”.
Raúl, quien desde pequeño comenzó con este arte, asegura que su taller traerá “muchas sorpresas” para celebrar el carnaval de este año. Eso sí, respetando la ley medioambiental.
Más detalles
Prohibido La directora general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Beatriz Zapata, advierte que los quirquinchos también siguen siendo usados para fabricar charangos.
Pofoma La Policía Forestal y de Medio Ambiente trabaja de forma conjunta con la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Plumas Está también prohibido el uso de plumas de aves silvestres para decorar trajes folklóricos. Zapata afirmó que el plumaje de aves domésticas está permitido.
Los cuerpos pequeños, peludos, con garras largas y hocicos puntiagudos yacen patas arriba con las panzas cercenadas por la mitad. Tienen matracas en lugar de órganos. Ése fue el destino de los tres quirquinchos disecados que ayer Máxima Condori, de 50 años, transformó en instrumentos musicales.
En un reducido ambiente, ubicado en la avenida Kollasuyo, la artesana trabajó en estas tres matracas, que según ella, se lucirán en el Carnaval de Oruro 2012, o “al menos eso me dijeron los señores de una fraternidad de morenada (que encomendaron el trabajo)”. Aseguró no conocer el nombre de dicha entidad.
Este trabajo, explica Beatriz Zapata, directora general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, “es ilegal. No hay una autorización para que se usen de esta manera a estos animales”.
Además, la Ley del Medio Ambiente 1333, en su artículo 111, establece que cualquier persona que comercialice algún animal, o sus derivados, que esté en peligro de extinción puede tener una condena de hasta dos años. Y el quirquincho está dentro de este grupo de especies.
La comerciante, consciente de que comete un acto ilegal, se excusó y afirmó que ella no fue la que disecó a los quirquinchos, sino que sólo se encargó de colocar sus matracas fabricadas en su pequeño taller.
Por lo general, el costo promedio de dicho instrumento hecho de madera y sin ninguna decoración es de 15 bolivianos. Sin embargo, Condori, cobró “50 bolivianos por las tres matracas de quirquincho”, dice mientras fija las piezas con clefa.
Zapata, quien asumió el cargo hace unos días, aseguró que el quirquincho es una especie en peligro de extinción y adelantó que se realizarán operativos para el decomiso de los productos en los próximos días.
Shirley Palomeque, jefe de Unidad del despacho añadió que dichos operativos “están en etapa de coordinación con la Policía” y que los controles se realizarán de forma sorpresiva.
La artesana Condori explica que las matracas las realiza “rápidamente”. “Tardo unas dos horas en introducir los instrumentos en los quirquinchos. Después vendrán los señores a recogerlos”, dijo.
Otras alternativas
Cerca de la tienda de la mujer, Raúl Condori atiende su pequeño puesto de matracas. Él también basa su trabajo en los quirquinchos, pero no reales.
“Sé que utilizar quirquinchos (disecados) para matracas es ilegal y yo apoyo eso. Pero la tradición de este animal no se tiene que perder, es por eso que los hago de lata”, contó el artesano.
Con los envases de alcohol hechos de hojalata, el joven artesano fabrica pequeños modelos de los animales Adornados con tiras de tela y brillo, las matracas tienen distintos tamaños.
“El precio va de 70 a 120 bolivianos el par de matracas”, comenta Raúl mientras muestra sus diseños que según él, este año van a causar “furor”.
El comerciante acotó que “el quirquincho trae protección a la casa, es por eso que no debe faltar en las fiestas tradicionales”.
Raúl, quien desde pequeño comenzó con este arte, asegura que su taller traerá “muchas sorpresas” para celebrar el carnaval de este año. Eso sí, respetando la ley medioambiental.
Más detalles
Prohibido La directora general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Beatriz Zapata, advierte que los quirquinchos también siguen siendo usados para fabricar charangos.
Pofoma La Policía Forestal y de Medio Ambiente trabaja de forma conjunta con la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Plumas Está también prohibido el uso de plumas de aves silvestres para decorar trajes folklóricos. Zapata afirmó que el plumaje de aves domésticas está permitido.
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